Foto de Pixabay en Pexels

Importancia del  buen dormir

¿Eres una de las más de 2.000 millones de personas que padecen algún trastorno del sueño? Entonces  seguramente padeces las consecuencias de un mal descanso nocturno: irritabilidad, falta de concentración, dificultades para cumplir con las obligaciones sociales y laborales…   Dormir bien es, por una parte, casi un imperativo de la vida moderna, pero justamente el estrés y las exigencias son una de las principales causas de la falta de un sueño reparador.

¿Por qué dormimos?

Casi puedo escuchar tu respuesta: dormimos porque estamos cansados.    Sin embargo, la respuesta no es tan sencilla.  El sueño es un fenómeno elemental e indispensable de la vida humana que resulta de un cambio que se produce cada 24 horas en nuestro sistema nervioso central, estrechamente vinculado con la edad y el neurodesarrollo.  En realidad, todavía se sabe muy poco acerca de la fisiología del sueño pero mucho más sobre las consecuencias de un sueño insuficiente o de mala calidad.  Es decir que no sólo dormimos porque estamos cansados sino porque nuestro organismo necesita periódicamente disminuir ciertas funciones a fin de realizar otras igualmente imprescindibles, y nos señala el momento de ir a dormir en base al llamado “ritmo circadiano”.   De hecho, el sueño es tan importante que pasamos casi un tercio de nuestra vida … durmiendo.

Dormir bien… ¿un sueño inalcanzable?

Como puedes ver, nuestro organismo necesita que le brindemos las horas de sueño necesarias.  Sin embargo, no alcanza con “dormir” seis u ocho horas diarias sino que es necesario que esas horas sean realmente provechosas, para despertar con renovadas energías.  En realidad, mucha gente se levanta cansada y dolorida como consecuencia de un sueño poco reparador.   El descanso insuficiente responde a múltiples causas, ya que  en general nos vamos a dormir en condiciones poco favorables para conciliar el sueño.  Agotados, estresados, ansiosos, en ambientes ruidosos y horarios alterados, después de cenar en forma abundante o ingerir bebidas estimulantes como alcohol o café, junto con el hábito de fumar o ingerir otro tipo de sustancias.

Algunos consejos 

para un buen dormir Alcanzar un sueño reparador no es imposible; sigue nuestros consejos y… ¡dulces sueños!

Adquiere el hábito del sueño: 

procura ir a dormir siempre a la misma hora; acuéstate aunque no tengas sueño, toma un baño caliente, lee o practica algunos ejercicios de relajación a fin de conciliar el sueño.
Dormir bien - Foto de Kha Ruxury en Pexels

Foto de Kha Ruxury en Pexels

Duerme la cantidad de horas que necesites de acuerdo a tu edad y actividad.  

Procura tomar una siesta de 20 a 30 minutos, te ayudará a no llegar a la noche agotado y ansioso..
Crea un ambiente propicio para el descanso: tranquilo, silencioso y fresco. 
Toma una cena liviana (recuerda el clásico refrán: “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, cenar como un mendigo”), una o dos horas antes de acostarte.  Evita las comidas muy condimentadas o estimulantes. Prefiere alimentos naturales o ricos en hidratos de carbono; evita las carnes y las grasas.  
Elige un buen colchón: que te garantice descanso y comodidad, adaptado a tus gustos y necesidades.  En la actualidad hay una gran variedad de modelos, medidas y materiales, pero hay algunos criterios universales: 
Largo: 10 a 20 cm. Más que tu altura
Ancho: como mínimo 90cm para quienes duermen solos y 150cm para parejas
Firmeza: ni demasiado duro ni demasiado blando; la espalda debe apoyarse completamente.  
Resistencia y durabilidad: la vida media de un colchón se calcula en 12 años. 
 El colchón nuevo no debe crujir ni sonar.  Se recomienda rotarlo cada tres meses para evitar las deformaciones.